viernes, 1 de octubre de 2010

No tengo que ser influyente , ni ocupar el primer lugar, ni ser superior, ni ser reconocido, exaltado, estimado ni recompensado.Ahora vivo apoyandome en la fè, ando con paciencia, soy transportado en la oraciòn y trabajo por mandato.Mi semblante està fijo, mi paso es ligero, mi meta es el cielo, mi senda es estrecha, mi camino àspero, mis compañeros, pocos, mi guìa, confiable y mi misiòn definida. No recibo soborno, no puedo hacer concesiones ni dar rodeos; no me dejo seducir, no puedo retroceder, despistarme ni demorarme. No vacilarè frente al sacrificio, no me atemorizarè en presencia del adversario, no negociarè en la mesa del enemigo, no deliberarè ante el emporio de la popularidad ni vagarè por el laberinto de la mediocridad. No renunciarè, no me callarè, no desistirè hasta que este firme, pertrechado, transportado en la oraciòn, rendido y exhortado en la causa de Cristo. Soy un discìpulo de Jesùs. Tengo que ir hasta que El me detenga. Y cuando El venga por los suyos, no tendrà dificultad en reconocerme:Mis distintivos seràn fàciles de reconocer.
Que Dios les bendiga....

No hay comentarios:

Publicar un comentario