miércoles, 6 de octubre de 2010

La analogia de la làmpara.

Digamos que estoy de visita con mi esposa en su hogar estamos hablando de teologìa y en mi entusiasmo accidentalmente golpeo una làmpara y la rompo. Ahora bièn, esta làmpara era especial para usted. Ademas de necesitarla para iluminar su habitaciòn, era el regalo de un amigo muy querido y tiene un gran valor sentimental. Despueès de un momento , dandose cuenta de que el dño ya està hecho, decide perdonarme. Me dice "està bien, te perdono por romperme la làmpara, pero dame cièn pesos".
¿Es verdadero perdòn si me dices que me perdonas pero exiges cièn pesos? No veo como pudiera serlo. Cuando Dios perdona nuestros pecados, dice que El no los recordarà mas (Jer.31:34). Perdonar y olvidar completamente son en un sentido similares. Si me perdonas ¿ Puedes exigir pago ? NO, porque una deuda perdonada esta olvidada y ya no existe.

Ahora supongamos que en lugar de pedirme dinero a mì te diriges a mi esposa y le dices: Rafa rompiò mi làmpara. Dame tù cièn pesos por ella. Ahora te pregunto de nuevo ¿Es esto, verdadero perdòn? NO, simplemente estàs transfiriendo la deuda a alguien que nada tuvo que ver en la ofensa original, alguien que de hecho es inocente. Pero todavìa queda un problema, y es que la làmpara debe ser remplazada. En un verdadero perdòn ¿ Quièn paga la làmpara nueva? ( piense esto un poco antes de leer la respuesta ).   
¿Quièn paga?   ¡Usted!  Usted es el ùnico que queda. Recuerde que si me ha perdonado la deuda, NO puede exigirme pago.
Ahora, ¿Contra quièn fuè mi ofensa? Contra usted. ¿Quièn perdonò? Usted. ¿Quièn pago? Usted.

Cuando pecamos ¿Contra quièn pecamos? Contra Dios. ¿Quièn perdona? Dios. ¿Quièn paga? Dios. ¡DIOS  ¿ Entendiò esto ?  ¡ Dios paga ! ¿Como lo hace? Simple. Dos mil años atràs en un monte en las afueras de Jerusalèn el cargò con nuestros pecados en Su cuerpo y muriò en una cruz ( 1a. de Pedro 2:24 ). El recibiò nuestro castigo: "Ciertamente llevò El nuestras enfermedades  y sufriò nuestros dolores... El fuè herido por nuestras transgreciones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz cayò sobre El  el castigo...( Isaias 53:4,5 ).

Dios es justo. Dios es misericordioso. Dios es lleno de gracia. En la justicia de Dios, El tomò nuestro lugar. En la misericordia de Dios , no somos castigados. En la gracia de Dios , El nos dà la vida eterna.

Aunque somos indignos de la salvaciòn. aunque somos indignos del amor de Dios, aunque somos indignos de misericordia, Dios nos salvò. No lo hizo por quienes somos nosotros, sino por quièn es El , no por lo que nosotros hacemos, sinò por lo que El hizo. Dios es amor ( 1a. de Juàn 4:16 ). Dios es santo  ( 1a. de Pedro 1:16 ). Dios es bueno (Salmo 34:8). Nunca comprenderemos las  profundidades de su pureza y ternura (Romanos 11:33). Nunca podriamos alcanzarlo por nuestros propios esfuerzos. Solo nos queda una cosa: adorarlo. Le amamos y le servimos. El es digno. Bendito sea el nombre del Señor.

Una nota adicional. Una de las razones por las cuales las sectas yerran es por que tienen un falso Jesùs. En esta analogìa de la làmpara aquel que fuè ofendido es quièn paga. En las sectas no es Jesùs el ofendido. Segùn la correcta doctrina trinitaria. Jesus es el ofendido despues de todo. El es Dios en la carne. En las sectas se transfiere la deuda a alguien màs, alguien -que como mi esposa en la analogìa-no esta realmente implicado. Debido a que para los sectarios Jesus es una creaciòn de Dios, El no es el ofendido. Es simplemente un viador inocente a quien se le exige que pague por pecados ajenos. Esto no es verdadero perdòn. ¿ No es cierto?

Que Dios les bendiga...

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